sáb. Oct 5th, 2024
Los deportes de equipo también son buenos para la mente de los niños -- A multi-ethnic group of elementary age children are playing soccer. One young Caucasian girl is running with a soccer ball and cheering as the other children are cheering excitedly in the background in blue soccer jerseys.
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Los niños que practican deportes de equipo quizá también obtengan ciertos beneficios de salud mental, pero lo mismo tal vez no sea cierto para los que practican deportes individuales, sugiere un estudio reciente.

Según publica “HealthDay News”, varios estudios anteriores vincularon los deportes de equipo con un mejor bienestar mental entre los niños y adolescentes, y la nueva investigación no es una excepción. Halló que, en general, los niños de Estados Unidos que practicaban deportes de equipo parecían tener menos “dificultades” de salud mental, por ejemplo síntomas de ansiedad y depresión, que sus pares que no practicaban ninguno.

Al contrario, la situación se invirtió entre los niños que practicaban deportes que dependían más del desempeño individual, como el tenis, la gimnasia y la lucha libre. Tendían a mostrar más síntomas de salud mental que sus pares.

“En una escala general, al observar a los deportes con una mayor amplitud, parecen ser buenos para la salud mental de los niños”, comentó el investigador principal, Matt Hoffmann, profesor asistente de kinesiología de la Universidad Estatal de California, en Fullerton.

Pero este estudio sugiere que no todos los deportes brindan los mismos beneficios. No está claro a qué se debe, pero un motivo podría ser la presión añadida de desempeño en los deportes individuales: los niños no pueden compartir la “carga” con sus compañeros de equipo, apuntó Hoffman, y quizá sea más probable que se culpen cuando las cosas no salen como esperaban.

“Esto podría ser particularmente cierto si los padres presionan”, anotó.

En el estudio, que se publicó el miércoles pasado en la revista “Plos One”, participaron más de 11,000 niños de Estados Unidos de 9 a 13 años. Sus padres completaron una lista de comprobación estándar de salud mental, que calificaba dificultades como la ansiedad, la depresión, el retraimiento social y los problemas de atención de sus hijos.

En general, los niños que practicaban deportes de equipo puntuaron más bajo en la mayoría de las dificultades de la salud mental, en comparación con los que no practicaban ningún deporte. Por otro lado, los niños que practicaban deportes individuales en general tenían puntuaciones más altas.

Por otra parte, los niños que practicaban ambos tipos de deportes tuvieron en esencia un empate: sus calificaciones de salud mental fueron equivalentes a las de los niños que no practicaban deportes.

Hoffmann apuntó que en promedio, la participación en los deportes de equipo se vinculó con una reducción de entre 10% y 19% en las puntuaciones de los síntomas, mientras que los deportes individuales se relacionaron con un aumento modesto parecido en las puntuaciones.

Un problema de los deportes individuales, como el tenis y la gimnasia, es que los niños podrían “especializarse” a partir de una edad temprana, según la doctora Erin Moix Grieb.

En esos casos, los niños quizá entrenen todo el año, lo que puede aumentar el riesgo de lesiones, explicó Erin Grieb, especialista en medicina deportiva pediátrica de Stanford Children’s Health, en California.

“Las lesiones son uno de los factores de riesgo más potentes de los problemas de salud mental en los deportistas”, advirtió.

Además, “el entrenamiento muy enfocado todo el año” podría exponer a algunos niños al aislamiento social, el estrés y el agotamiento, añadió Erin Grieb.

Pero nada de esto significa que los niños necesiten los deportes de equipo para que les vaya bien.

“La intención no es desanimar a los padres para que no permitan que sus hijos practiquen deportes individuales”, dijo Hoffmann.

Más bien, sugirió que los padres vigilen a sus hijos, para asegurarse de que se están divirtiendo con el deporte que eligieron. Algunos niños, anotó Hoffmann, simplemente acaban en un deporte que uno de sus padres practicaba, y quizá en realidad no estén apegados al mismo.

Erin Grieb se mostró de acuerdo: “La realidad es que si los niños disfrutan de su deporte y practican una variedad de deportes, reciben el respaldo de sus padres y entrenadores, y tienen un tiempo libre adecuado con unas buenas técnicas de prevención de las lesiones, ya van ganando”.

Y los niños también pueden encontrar conexiones sociales fuera del deporte. “Si un niño tiene una actividad o interés por el que siente pasión, anímele a apuntarse a un grupo organizado de otros individuos con intereses similares”, sugirió Erin Grieb.

“Saber que cuentan con respaldo y que se dedican a sus propios intereses hace mucho por su salud mental”, añadió.

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